Todos los deportes tienen un lugar cuya importancia supera a las demás. Esos lugares reciben el nombre de "catedrales", y todos los deportes tienen una, desde el All England Club que alberga el torneo de Wimbledon de tenis hasta Twickenham, casa por excelencia del rugby, pasando por históricos lugares como el Madison Square Garden o el propio estadio de Wembley. Y la Fórmula 1 no hace excepciones. Si hay algo que tiene en demasía la F1 es historia, y esta se a escrito en los más diversos lugares, desde circuitos como Monza, Mónaco, Spa o el Nürburgring hasta circuitos nuevos como Suzuka, Yas Marina o Montmeló. Pero hay una figura que sobresale entre las demás. Un lugar donde la historia cobra vida. Y ese lugar es el Silverstone Circuit de Inglaterra.
Historia
La historia de la Fórmula 1 y la historia de Silverstone van de la mano. Tanto es así, que la categoría eligió al entonces aeródromo como la sede de la primera carrera de su historia, carrera que ganó el italiano Giuseppe Farina. La historia de Silverstone no está llena de definiciones de títulos mundiales como Suzuka, o de epopeyas bajo la lluvia como Spa, pero lo que si tiene Silverstone son historias variadas de grandes pilotos haciendo demostraciones de maestría al volante.
Sin embargo, otras cosas también marcan la historia de Silverstone, ya que es el segundo circuito que menos modificaciones ha sufrido durante su estancia en la Fórmula 1. Un circuito que ha permanecido casi invariable, y cuya más importante modificación ocurrió hace apenas unos años, en 2010, cuando se implementó la sección interior del aeródromo además del cambio de la línea de meta.
Durante todos los años que Silverstone ha estado en la Fórmula 1, se le han plantando varios "adversarios" que intentaron disputar la sede del prestigioso Gran Premio de Gran Bretaña. Aintree fue sede de cinco grandes premios entre 1955 y 1962, aunque este fue el último disputado en ese circuito. Brands Hatch fue un "rival" más duradero, compartiendo sede con Silverstone desde 1964 hasta 1986, años en que Silverstone volvió a erguirse como la casa del GP británico. El Gran Premio de 1986 disputado en Brands Hatch fue el último en correrse fuera de Silverstone.
Curvas Míticas
Copse. La mítica primera curva del anterior circuito, hoy en día la novena. Después de tomar Woodcote a toda velocidad se llega a una cerrada curva a derecha en la que, sin embargo, solo basta con sacar el pie del acelerador. Una curva que da escalofríos al tomarla cerca de un rival, y un sitio donde solo los más valientes se han animado a adelantar.
Maggots/Becketts/Chapel. La primera sección de las "eses". Se entra a toda velocidad en la primera curva y luego se suelta el acelerador para entrar en Maggots. Sin perder aceleración se ingresa en Becketts, curva que requiere una desaceleración progresiva mientras se recorre la curva, y finalmente Chapel, que obliga una frenada fuerte y una trazada lo más recta posible para encarar la recta del hangar.
Abbey. De las mismas características que Copse, la nueva primera curva requiere un poco más de frenada pero sigue siendo un lugar en que un intento de adelantamiento resulta tentador, pero que es muy difícil llevar a buen puerto al ser una curva que se cierra y que es necesario tomar pegado al vértice.
Bridge/Priory. Sección del antiguo Silverstone, antes de la introducción de la zona interior. después de tomar Abbey hacia la izquierda y pasar por la recta Farm, se toma Bridge hacia la derecha a casi el tope de velocidad, para entrar en Priory, una cerrada curva a izquierdas cuya entrada es ciega. Era un lugar muy propicio para adelantar, a su vez que un lugar donde ocurrían varios errores.
Carreras Históricas
1950. Si bien no presume de ser una gran carrera, recordada por la ferocidad de los rivales, esta carrera es una de las que más historia posee, al ser el primer Gran Premio de Fórmula 1 de la historia. La victoria fue para Giuseppe Farina, seguido por Luigi Villoresi y Reg Parnell. Al ser los tres pilotos de Alfa Romeo, este también es uno de los pocos 1-2-3 que ha firmado un equipo.
1973. Todo era normal en la primera curva, sin embargo, en Becketts (por entonces la tercera curva del trazado) la carrera cambió por completo: Jody Scheckter hacía un trompo y en su recorrido hacia el muro se llevó por delante otros dos coches, que a su vez bloquearon el camino causando nueve abandonos. La carrera fue ganada por Peter Revson en un McLaren.
1999. Recordada como la carrera que cambió el mundial de ese año. Michael Schumacher y Ferrari tenían un gran ritmo y estaban cerca de la posición de Mika Häkkinen y McLaren, que defendían el campeonato mundial. Sin embargo, en esa carrera algo falló en los frenos del coche de Schumi y el alemán se dirigió directamente hacia el muro. El germano se quebró las dos piernas y se perdió la gran parte del mundial, perdiendo todas sus opciones y a la vez permitiendo la explosión de Eddie Irvine.
2003. Una carrera marcada no tanto por la carrera sino por un evento en particular. En la Vuelta 12, y con Barrichello liderando la carrera, una persona se coló en la pista vistiendo ropa tradicional escocesa y llevando mensajes católicos, mientras esquivaba los coches en plena recta. El Safety Car permitió a Barrichello hacer su pit-stop sin perder tiempo y al final se hizo con la victoria, superando a Montoya y a Räikkönen.
2013. Un defecto en los neumáticos Pirelli hizo que tres coches reventaran durante la carrera. Esta situación fue la bisagra y solo tres grandes premios después Pirelli introducía unos nuevos compuestos de neumáticos más resistentes.