sábado, 31 de octubre de 2015

Alemania 1976: El Fin de la Nordschleife

1 de agosto de 1976. En una de las mejores temporadas de su historia, los aficionados del Gran Circo veían semana tras semana el tremendo duelo entre el piloto de Ferrari, Niki Lauda y el corredor de McLaren-Ford James Hunt. Con Lauda líder y un Hunt al acecho, llegó la cita que más expectativa causaba: la visita de los F1 al legendario Nürburgring.

La Nordschleife (o Picos del Norte) es el trazado original del Nürburgring. Tiene una longitud de 26 kilómetros y contabiliza más de 100 curvas, con 14 saltos en total. El domingo, con James Hunt en la pole, Chris Amon 2° y Niki Lauda 3° tras la clasificación, amanecía lluvioso. Si bien, para cuando los aficionados llegaron a las gradas y los equipos comenzaron la puesta a punto de los monoplaza la lluvia había cesado, el cambiante clima alemán hacía prever la llegada de una fuerte tormenta.

Antes de la carrera, en la tradicional reunión de pilotos, Niki Lauda expuso la posibilidad de cancelar el Gran Premio debido a las paupérrimas condiciones de la pista, aunque la mayoría de pilotos decidieron correr.

La parrilla está completa. Arranca la carrera y rápidamente Lauda adelanta a Amon. No pasa ni una vuelta y casi la mitad de la parrilla está fuera. A pesar de ir 1-2 con Hunt en las primeras curvas, un contrincante inesperado, Jochen Mass, aparece para arrebatar el 1° lugar a Hunt.

La diferencia fue simple: Mass se jugó por los neumáticos de seco cuando Hunt y Lauda montaron neumáticos para lluvia. Tras cumplir a duras penas la primera vuelta, gran cantidad de pilotos entra al box para cambiar de ruedas, Hunt y Lauda entre ellos.

El trabajo en McLaren es un reloj: Hunt sale del box tras una parada relámpago, mientras Lauda se queda parado por problemas en la rueda trasera derecha. Cuando finalmente consigue abandonar el box, se encuentra con el coche de Mario Andretti parado, lo que demora aún más al austriaco.

Lauda lo arriesga todo: comienza a apretar el ritmo y busca alcanzar a los punteros. Rebasa fácilmente a los pilotos menos competitivos, y parece que, con un poco de suerte, Lauda podría subirse al podio después de la desastrosa parada.

En la segunda vuelta, con un Lauda desatado, acercándose a los líderes cada vez más, ocurre la desgracia. El austriaco pierde el control de su monoplaza y choca violentamente contra los muros de contención.

El tanque de combustible estalla al instante. La fuerza del impacto fue tal que hizo volar su casco. En medio del caos y con el Ferrari quemándose, Guy Edwards le embistió. De inmediato tanto Edwards, como Arturo Merzario, Harald Ertl, un oficial y cinco espectadores intentaron ayudar a Lauda para que pudiera salir del infierno, pero ninguno podía desabrochar el cinturón.

Finalmente, Merzario liberó al austriaco de las llamas, tras estar casi dos minutos atrapado en un auténtico infierno. El austriaco estuvo seis semanas rehabilitándose, y solo dos carreras más tarde finalizaba 4° en el Gran Premio de Italia.

Por parte de la Nordschleife, el accidente hizo ver a los organizadores que el monumental circuito era cada año más peligroso. En 1977 el GP de Alemania se mudó al Hockenheimring, el cual albergó el GP hasta 2008, siendo interrumpido dos veces: una en 1985 (en el Nürburgring reformado) y en 2007 ya que no se llevó a cabo. El Circuito de Gran Premio volvió a la Fórmula 1, aunque albergando el Gran Premio de Europa durante fines de los '80 y la década del '90.

Niki Lauda volvió a las pistas seis semanas después del accidente. En 1977 ganó el primer GP de Alemania disputado fuera del Nürburgring al igual que el campeonato del mundo. Se retiró en 1979, volvió a las pistas en 1982, fue campeón del mundo en 1984 y se retiró definitivamente en 1985.

jueves, 29 de octubre de 2015

Hungría 1998: Plan B

16 de agosto de 1998. Tras unos años muy duros, en McLaren están viviendo una época en la que todo les sale bien: ha pasado el ecuador de temporada y Mika Häkkinen es más líder que nunca en el mundial, tras seis victorias, acompañadas por otra de David Coulthard. El Gran Premio de Hungría se perfila para ser el primer peldaño de Häkkinen de cara a sentenciar totalmente su disputa contra Michael Schumacher.

En el histórico Hungaroring es muy difícil adelantar debido a lo ratonezco que resultaba el trazado para los brutalmente veloces F1. En la clasificación se ganaba la mitad de la carrera, y Michael Schumacher, el gran protagonista de hoy, lo tenía claro. Lástima para los Ferrari: los McLaren seguían imparables y volvían a acaparar la primera fila. Schumacher se  veía 3°, con una carrera que se planteaba muy dura.

El domingo amanece soleado, típico clima húngaro de agosto. La salida no tiene sorpresas: Coulthard hace de tapón, Häkkinen coge ritmo y ambos se escapan. Schumacher, a rebufo, confiando plenamente en sus habilidades para equiparar el tremendo ritmo de Coulthard. Pero mientras 'Schumi' se quedaba relegado detrás de Coulthard, Häkkinen se escapaba y ya tenía 5 segundos de diferencia.

En boxes lo llevaban claro: o en pista o en boxes, pero había que adelantar a Coulthard. Bridgestone y Goodyear preveían una carrera a dos paradas. Primera Parada, Vuelta 25. Coulthard y Schumacher entran a hacer sus respectivas paradas. Ambos equipos son un reflejo del otro: parada veloz y efectiva para Coulthard, que mantiene su 2° lugar.

El fracaso del primer intento hizo que el prodigioso cerebro de Ross Brown se pusiera a trabajar, y, mientras Schumacher se dejaba todo para adelantar a Coulthard, Brown elaboraba una estrategia que, o le daba la victoria a Schumi o dejaba todo sentenciado para que McLaren sea campeón en Spa: 3 paradas y que Schumacher vuele.

Llega la vuelta 42 y Schumacher entra a boxes. Unas vueltas antes le comunicaban que iban a por todas con una estrategia a 3 paradas. Esta parada está diseñada para montar blandos y apenas repostar combustible: hay que hacer al Ferrari lo más veloz posible. Saliendo del box, Brawn le da la siguiente orden a Schumacher:

"Tienes 19 vueltas para recuperar 25 segundos"

Comienzan los problemas en McLaren y las sonrisas en Ferrari. Schumacher pasa a los más lentos y encara la recta de meta. Por el carril de boxes sale Coulthard, pero ya es tarde: Schumacher ya había pasado. Pista libre y, vuelta tras vuelta, Schumacher mejora los cronos de un Häkkinen agonizante con su coche problemático.

Ron Dennis llama a Mika a boxes en la Vuelta 46. La parada, perfecta. Reposta y cambia neumáticos en menos de 6 segundos y vuelve a pista. Sin embargo se ve un coche rojo pasar a toda velocidad. Es Schumi, quien está 1°. No obstante no hay nada asegurado. Los indicadores de bajo combustible se encienden en Ferrari.

Ross Brawn comunica a Schumacher que debe hacer un espacio de 25 segundos en las vueltas que le quedan de combustible. El alemán no se queda atrás. Vuelta a vuelta los cronos mejoran y las alarmas en McLaren comienzan a sonar. Piden a Häkkinen que no pierda ritmo, y a Coulthard que esté atento en caso de algún error de Mika.

El error sucede: el coche de Mika no puede más y Coulthard le rebasa. Aún así, ese espectáculo de Schumacher deja impotentes a los todopoderosos McLaren. Necesitaba 25, entró con 27. Misión Cumplida. Volvió a pista 1°, con neumáticos duros y el combustible justo y necesario para lo que quedaba de carrera.

Tras 77 vueltas, Schumacher cruza la línea de meta 1°. Se desata la fiesta en Ferrari. Ross Brown, el que diseñó sobre la marcha la estrategia, felicita a Schumacher, quien derrochó su tremendo talento en cada curva de cada vuelta. Habían cambiado los papeles. En Ferrari era todo pura felicidad, y en McLaren había caras de pura impotencia. Coulthard 2° y Häkkinen 6°, que condenaba el campeonato a esperar, al menos, hasta Italia. Schumi tenía una vida extra.

Ese día vimos un pilotaje de leyenda. Por más polémicas en las que haya participado, por más escándalos que haya ocasionado, Michael Schumacher es y será siempre uno de los mejores pilotos de la historia. #KeepFightingMichael.

martes, 27 de octubre de 2015

Italia 2008: Show

13 de septiembre de 2008. Desde el primer minuto de la primera carrera, la Temporada 2008 ya perfilaba para ser un temporadón, totalmente consolidada como la mejor del Siglo XXI al llegar el Round 14 de la temporada, en el Autódromo Nacional de Monza.

Desde la primera jornada de entrenamientos libres se notaba que este fin de semana sería extraño: dos equipos de paupérrima actuación ese año, Force India-Ferrari Honda lideraban el Top 3 de los primeros entrenamientos libres. Ya en los FP2 se "normalizó" todo, con Kimi Räikkönen líder, seguido por los BMW y Lewis Hamilton.

En la tercera jornada de libres comenzó a sonar con fuerza un nombre. Un tal Sebastian Vettel marcaba el segundo mejor crono de la sesión con su STR carente de ritmo para entrar en los puntos importantes.

Los que pensaron que lo sucedido en los FP3 con Vettel fue coincidencia o fruto de la suerte, la clasificación les dejó boquiabiertos: en Q1 comenzó con un ritmo que no podía creer nadie: Vettel llevaba su STR al 3° lugar y su compañero Sebastien Bourdais estaba 6°. Vettel hizo el crono más veloz en Q2 mientras Bourdais era 5°. En Q3 se confirmó lo que venía sucediendo: Sebastian Vettel lograba la pole position, convirtiéndose en el piloto más joven en largar desde el primer lugar.

El domingo amaneció con lluvia y tiempo inestable. Varios pensaron que el ritmo de Vettel caería completamente con la aparición de las gotas pero no fue así: tras unas consistentes primeras vueltas, Vettel estaba afianzado como líder y no dispuesto a dejarla ir. Atrás era otra cosa: Lewis Hamilton Kimi Räikkönen batallaban como gladiadores por buenas posiciones, mientras Heikki Kovalainen esgrimía al máximo su monoplaza McLaren intentando al menos acercarse a ese STR que parecía inalcanzable.

Vettel logró una carrera regular, sin errores, y sin soltar la cabeza de carrera a excepción de cuatro vueltas, que fue lo que le tomó recuperarla tras hacer la parada reglamentaria en boxes.

El germano le endosó 12.5 segundos a Kovalainen y 20.4 segundos a Robert Kubica. Si bien no llegó a doblar a muchos (dobló dos veces a Adrian Sutil y una vez a Sebastien Bourdais, Rubens Barrichello y David Coulthard), logró encajarle 28.8 segundos a Felipe Massa, gran aspirante al título, y 29.0 segundos al que a la larga sería el campeón de ese año: Lewis Hamilton.

El Gran Premio de Italia de 2008 vio el inicio del chiquillo que se convertiría en leyenda. Después de esa pole cayeron 44 más entre 2009 y 2014, y 39 victorias en el mismo lapso de tiempo. Pero lo más importante fue que esa victoria por 12 segundos en Monza dio paso a un subcampeonato y cuatro títulos mundiales consecutivos.

Esta historia invita a la reflexión. Cuando vemos a un joven en un coche poco competitivo hacer tales actuaciones hay que comenzar a seguirlo. Quién sabe, puede que en la próxima carrera aparezca alguien que dentro de unos años sea el amo y señor de la Fórmula 1...